Vigila con otras mascotas
Los hurones son similares a los perros y gatos, ya que no son presas sino depredadores. La dieta inicial del hurón es carnívora, aunque en los hogares se alimenta de alimentos especiales. Por eso, su comportamiento es contrario al de un conejo o un hámster, es lo que busca presas, no lo que se asusta y huye. Los hurones tienen una actitud exploradora, que se percibe con este instinto de subir lo más alto posible, para escanear el espacio y encontrar animales para atacar.
Por este motivo, los hurones no son buenos compañeros de animales herbívoros como los conejos o los hámsteres, y pueden convivir perfectamente con perros y gatos. Sin embargo, todo depende de la socialización que se produzca entre los animales y de la edad de cada uno cuando se encuentran. Ayuda mucho que se conocen desde que eran cachorros, ya que se adaptan a entender que es un amigo y no una merienda. Los hurones, por sus nervios e instintos, pueden ser más mortales que los gatos, son menos reflexivos.
No es extraño que los hurones muerdan a sus dueños, pero es importante tener en cuenta que por lo general no se trata de mordeduras graves, sino más bien el resultado del juego, como el daño que puede causar un gato que no controla su energía o que un perro muerde. una clave de juego Algunos machos son algo más agresivos y frustrantes para sus dueños, porque no son tan peluches y suelen tener algo más de mal carácter que las hembras, sin embargo, tienden a ser más favorables a la paz.
¿Y los niños? No es aconsejable tener hurón si tiene previsto tener un hijo en casa, pero a partir de los dos años no hay grandes problemas. El hurón, de hecho, encontrará un compañero de juego ideal, ya que seguramente el hurón y el niño son igualmente traviesos y curiosos.
Presentación del hurón a otras mascotas
La coexistencia de hurones con otras especies es posible siempre que no exista peligro para la integridad física del hurón o de cualquier otro animal doméstico.
Es importante que recuerdes que el hurón es un animal carnívoro y aunque la mayoría tiene un instinto de caza muy dormido, lo mejor es evitar posibles relaciones depredador-presa. Esto no tiene nada que ver con que el hurón coma o no una dieta natural, es algo inherente a su naturaleza.
Lo ideal es que los dos animales se críen juntos desde el destete aproximadamente, pero esto no siempre es posible y es más habitual que uno ya esté en casa cuando llega el otro o que uno llegue a la edad adulta. Lo importante es garantizar que ambos animales sean sociables, sobre todo el adulto, porque normalmente los cachorros están cada vez más abiertos a nuevas experiencias y amistades.
Una vez seguros que no habrá peligro para ninguno de los dos animales, debemos seguir las pautas para cualquier introducción, primero permitiendo el contacto indirecto y aumentándolo progresivamente. Lo ideal es empezar dejándoles oler por una puerta, por ejemplo el olfato es uno de los sentidos más importantes para la mayoría de los animales. Después del primer contacto olfativo les dejaremos con contacto visual, a medida que vayamos viendo las reacciones aumentaremos el grado de “confianza” observando las reacciones. Cuando vemos comportamientos positivos, es bueno animarlos y asociarlos a algo positivo como juego o comida.
Poco a poco podremos conseguir muy poco a poco una exitosa adaptación, mejor reforzar los pasos que damos y conseguir una buena relación entre las dos especies. A veces, empezar la presentación física en lugares neutros puede ser de gran ayuda, ya que hay muchos otros estímulos nuevos para centrarse y éstas son presentaciones menos "abrumadoras", además de ser una buena idea antes de la presentación, esto ayudaría en el caso. de especies gobernadas por dominio o jerarquías.
Cuando presentamos especies de tamaño muy desproporcionado, según el nivel energético del animal,
grandes, sería mejor tenerlos siempre controlados. Por ejemplo, un hurón puede tener una buena relación con un pastor alemán, pero si el pastor alemán está nervioso por jugar, puede hacerle daño sin querer.
Básicamente debemos utilizar el sentido común y saber hasta dónde pueden llegar nuestros animales, no hay nadie mejor que nosotros para conocerlos y analizar sus comportamientos. Lo ideal es que todos los animales de la casa puedan convivir cordialmente, pero a veces esto no es posible y no debemos hacerlo un problema, simplemente cada uno debe tener su espacio.